La ayuda a mi amigo divorciado continua
Data: 17/04/2020,
Categorie:
Voyeur
Maturo
Hardcore,
Autore: Anitaslut44, Fonte: xHamster
Pasaron un par de días desde que mi amigo Nacho se había cogido a mi sensual mujercita en mi presencia y con la aceptación de Ana también.
La tercera noche decidimos salir a cenar afuera los tres y lo pasamos realmente bien.
Ya casi ni recordaba los agudos gemidos y alaridos de mi sensual mujercita, que gritaba mientras nuestro amigo la tenía en cuatro sobre el sofá, con esa potente verga hundida en su delicada concha…
Al regresar a casa, los tres estábamos casi fuera de combate debido al exceso del buen vino que había acompañado la cena.
Mi dulce Ana casi se caía de sueño; pero insistió en tomar una última copa antes de acostarnos.
Un rato después ya casi no se tenía en pie, así que, con la ayuda de Nacho, la subí hasta nuestro dormitorio. Luego regresamos abajo por más tragos.
Cuando volvimos a subir, cada uno para su habitación, pasamos frente a mi dormitorio, donde Ana estaba echada boca abajo sobre la cama. Su camisón estaba levantado hasta la cintura y su micro tanga de algodón se perdía entre los firmes cachetes de su hermoso culo. Era una visión magnífica.
Nacho se detuvo para mirarla y sin darse cuenta se llevó una mano a la entrepierna; donde se adivinaba una dolorosa erección.
Lo miré y entonces me dijo que mi esposa estaba para matarla a polvos. Sonreí y lo hice pasar. Me senté en la cama y deslicé suavemente la tanga por los muslos de mi esposa, que seguía fuera de combate.
Comprobé que esa diminuta tela de algodón estaba ...
... empapada.
Separé las piernas de Ana, exponiendo sus labios vaginales. Entonces miré otra vez a mi amigo, que mostraba un bulto mucho más prominente que el mío…
De la mesa de luz saqué un antifaz que usaba Ana y se lo coloqué sobre los ojos. En ese momento pareció despabilarse y entonces le pedí que se quedara así quieta.
Ella no iba a ver nada, solo iba a sentir…
Entre Nacho y yo comenzamos a acariciar las largas piernas de Anita, quien solo emitía algunos leves suspiros. Poco a poco fuimos subiendo hasta los muslos.
Noté que mi sensual mujercita comenzaba a excitarse. Su respiración se hacía más profunda y su labia ya comenzaba a ponerse más húmeda. Le dije a Nacho que le acariciara la concha.
Mi amigo deslizó sus dedos de arriba abajo por toda la raja, mojándoselos con los flujos de ella. Los labios cada vez se abrían más, dejando que los dedos de mi amigo entraran más profundo.
Ana subía y bajaba su culo desnudo al ritmo de los dedos de Nacho, disfrutando de esa leve y suave penetración.
Separándole completamente los muslos, Nacho se arrodilló entre ellos. Hundió tres dedos bien lubricados dentro de la delicada vagina de Ana sin ningún esfuerzo.
Se los metió hasta los nudillos y entonces empezó un lento mete y saca que estaba llevando a mi mujercita hasta el delirio. Después de unos cinco minutos de eso, Ana llorando de placer levantó un poco la cabeza y preguntó quién de los dos le estaba metiendo los dedos.
Yo le dije que Nacho lo estaba haciendo y ella ...