1. El centro comercial. Mis memorias IV


    Data: 23/12/2020, Categorie: Maturo Masturbazione Prime Esperienze Autore: Femmefatale969, Fonte: xHamster

    ... gesto de duda pero en cuanto me puse a caminar meneando el culo todo lo que podía, se vinieron detrás de mí sin rechistar. Entramos al baño de hombres, fui directa a una de las cabinas, entré y me senté en el inodoro, subiendo mi falda y dejando casi al aire mi coño peludo. Los dos entraron detrás, “cerrad”, ordené. Estaba claro que hacía rato que allí quien mandaba era yo, ellos se limitaban a seguir órdenes y a tragar saliva. “Quiero vuestra leche, sacad las pollas” les dije mientras me quitaba la blusa y el sujetador dejando mis tetas al aire. Ellos estaban alucinados, uno no decía ni “mu”, no podía dejar de mirarme el coño, el otro solo decía joder, joder, joder.
    
    Sacaron sus pollas muy obedientes, no eran nada pequeñas, yo mientras le di el móvil a uno y le dije “graba”. Directamente empecé a machacársela al otro, que la tenía más tiesa, necesitó un poquito de lengua para hidratar, pero iba de maravilla, se descapullaba completa y tenía una firmeza increíble. Se corrió en un par de minutos, llené la copa derecha de mi sujetador con su lefa, le limpié bien con mi lengua, mientras sus jadeos se oían en todo el aseo, y me dirigí al otro, el de los granos en ...
    ... la cara. “Ven cariño, ven con mamá, déjale el móvil a tu hermanito” Ja, ja, ja, se puso tenso, pero le tranquilicé con varias lamiditas en los huevos, su polla era más grande que la de su compañero, pero no estaba tan tiesa, ni tan trabajada, en mis primeras bajadas su prepucio no llegaba a desplegarse del todo, gemía y gemía, después de varias veces y un par de chorreones de babas, tiré bien hacia abajo de toda su piel, dejando su glande al aire por completo. Él sólo gemía y me agarraba la cabeza como un pobrecito. Se corrió al instante, casi ni me deja llenar la otra copa, de hecho su primera lechada me fue a la cara directa. Sin dejar de mirarle a la cara, recogí la lefa con los dedos, y me los metí bien adentro del coño dos o tres veces, antes de llevármelos a la boca. Me estaba encantando la situación, los dos pardillos con los pantalones bajados, recién corridos y sin saber si lo que les estaba pasando era de verdad o lo estaban soñando.
    
    Cuando me puse el sujetador y sentí su leche sobre mis tetas, me excité muchísimo. Me recompuse el vestido y me fui. Me había acordado de que tenía que pasar por el Mercadona a comprar algo de cena para Luis y los niños. 
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