Cogiendo a la arquitecta - Racconti Erotici

Cogiendo a la arquitecta

En mi trabajo siempre estoy relacionado con arquitectos e ingenieros, pero en esta ocasión me toco ir a ver un trabajo en santa fe, (cdmx) con una arquitecta con la que ya llevo tiempo trabajando. Y como de costumbre hay mucho tráfico para llegar, nos fuimos en su carro, y para ser sincero siempre me quise tirar a la arquitecta. Pero nunca se había prestado el momento ni el tiempo, pero el camino era de al menos 2 horas, así que tenía tiempo que perder.

Todo comenzó con una simple charla en el carro, hablando de varias cosas, y sin darnos cuenta estábamos hablado de nuestras experiencias sexuales, pero de repente me empezó a preguntar sobre mi vida personal, si tenia novia y demás, a mi no se me hizo raro, continuó el camino, pero ya en cierta distancia del camino, el tráfico iba a vuelta de rueda, todo iba normal. Y de la nada me preguntó si me parecía bonita, que si me caia bien, y cosas así, en realidad me puse un poco nervioso, y sin querer conteste de una forma un poco eufórica que se me hacia muy bonita. Se ruborizó un poco y sonrió, y avanza de repente y me tira un vaso de café que tomaba encima, a nos dio risa, y y agarró papel y comenzó a secarme, pero conforme me secaba se acercaba mucho, y empezó a frotarme el pecho, bajando hasta mi pantalón y con sus pequeñas manos, empezó a frotarne el pene, según secandome, pero mi para mi mala suerte,avanzaron los carros, a mi puso cachondon, pero trate de disimular, bien el viaje continuó, y en el tráfico hice mi ...

... movimiento, comenzó a acariciar sus muslos, puse mi mano sobre su pierna, y al ver que no me dijo nada, empeze a bajar y recorrer sus piernas, me voltio a mirar, pensé que se había enojado,pero no. Me miro y de repente como algo tratado con la vista comenzamos a fajar, como si nos tratáramos de comer, no se como pero entre besos y mordiscos términe en el asiento del piloto, con ella en mi piernas y yo con una mano ya masajeando sus bien formadas nalgas, con la otra mano dentro de su blusa, acariciando sus pequeños y rosados pezones. Por unos minutos nos dejamos llevar, hasta que empezaron a sonar los claxons, y las mentadas de madre, y otros haciendo chistes de que orillemos el auto, y demás, y de un salto se bajo de mi, y continuamos el camino, pero yo ya traía bien dura, mi verga, y con una mirada picaresca, me dio a entender que esto lo terminaríamos después. Pero yo no pude resistir, y en cada oportunidad la manoseaba, delante de las miradas de las personas de los autos y parece que eso la prendió, mientras conducía comenzó a besar mi cuello, y sutilmente se acerco a mi oído y me dijo con una voz perversa que si me la podía chupar, solo baje mi cierre y como una lanza venosa, rosada y babosa salió disparada de mi pantalón salpicando mi pantalón de unas gotas de semen, y como desesperada comenzó a succionar, la cabeza roja de mi pene, sin importarle que nos pudieran ver. Me orille en la primera oportunidad, y le desate el pantalón, y metí mis dedos en sus bragas, estaba ya bien ...